INC-2: la trastienda de la semana de negociaciones en París para detener la contaminación por plásticos

Entre el 29 de mayo y el 2 de junio se realizó en París el INC-2, la segunda reunión del comité intergubernamental de negociaciones que redactará un tratado para contener la contaminación por plásticos. Este documento será jurídicamente vinculante para los países que lo firmen y ratifiquen.

Fueron cinco días intensos, con plenarios de más de dos horas, negociaciones extensas en los “contact groups” y los llamados “side events”, que tuvieron el rol de informar y generar debate sobre diversos temas relacionados a los plásticos, su composición y contaminación.

Recordemos que en el evento estuvieron presentes las delegaciones de 193 países, las organizaciones sociales, miembros de la industria, científicos, recicladores de base, representantes de pueblos indígenas y prensa. La delegación gubernamental de Chile estuvo representada por Emilio Yáñez y Gonzalo Guaiquil del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREL) y por Cristóbal Hernández y Francisca Aguayo del Ministerio de Medio Ambiente (MMA).

Dos primeros días de negociaciones trabadas y protesta de organizaciones

Lunes y martes estuvieron marcados por la discusión del reglamento que quedó pendiente del INC-1 en Uruguay. Mientras algunos países insistían en modificar el reglamento provisional, otros consideraban justo dejarlo tal cual para iniciar con la discusión sustancial lo más rápido posible.

Países como Arabia Saudita, Brasil, Argentina, India, Guatemala y Venezuela bloquearon el avance de la discusión argumentando que las decisiones deben ser, en su totalidad, decididas por consenso. Una gran mayoría de delegaciones alegaba, en tanto, que en el reglamento provisional acordado en Punta del Este determinaba que, de no existir consenso en alguna decisión, esta sería decidida por una votación de 2/3.

(Plenario del INC-2)

Según Michael Prierur, profesor emérito de derecho ambiental y presidente del Centro Internacional de Derecho Ambiental Comparado, “Decidir mediante consensos es un tipo de boicot político que usa el derecho como instrumento político, y aquí no estamos para discutir política, estamos para aprobar un tratado sobre los plásticos que es un tema fundamental a nivel mundial y queremos que haya acuerdos para un sistema con votación final, de lo contrario, no tendremos un tratado final.”

Otro punto de conflicto se vivió en el evento, ya que se restringió aún más la participación ciudadana respecto al INC-1. Las organizaciones de la sociedad civil tenían dos cupos cada una para el lunes y a partir del martes, sólo uno.

Esto provocó que se realizara una manifestación afuera del edificio de la UNESCO con organizaciones de todo el mundo denunciando este acto antidemocrático. Respecto a esta situación, Alejandra Parra, de GAIA y Alianza Basura Cero Chile, declaró que “Se debería hacer un esfuerzo adicional para que participen en especial las comunidades y sectores más vulnerados, que son los que sufren con mayor intensidad los impactos de los daños que provoca el plástico, como son los pueblos indígenas y los recicladores de base. No se puede normalizar que la ciudadanía quede fuera de estas discusiones y, al contrario, hay que ampliar los espacios de participación de real incidencia de la ciudadanía y organizaciones, que estamos en contacto directo”.

Luego de la manifestación realizada el lunes por la tarde, la secretaría del INC-2 tomó medidas y extendió la duración de las credenciales para toda la semana.

(Protesta de organizaciones sociales)

Miércoles en adelante: inicio de la discusión sustancial

Ya en la mitad de la semana pudo, por fin, iniciar la discusión sobre lo que trata el INC: la contaminación por plásticos. El debate comenzó con la revisión de las obligaciones que tendrán los países en el tratado. Estas obligaciones fueron propuestas por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente  (PNUMA), el documento puedes revisarlo aquí.

Pese a que países como Argentina y Brasil mostraron su oposición a cambios radicales en la producción y gestión de los plásticos, el discurso inicial el miércoles por parte del Grupo América Latina y el Caribe (GRULAC) se mostró muy abierto a discutir los temas de fondo con la voluntad de generar un tratado ambicioso que signifique un real cambio en la contaminación por plásticos.

Leído por la representante de Costa Rica, Giovanna Valverde, “la contaminación plástica es uno de los desafíos mundiales, regionales y nacionales más urgentes y está interrelacionadas con otras crisis ambientales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desertificación, la degradación de los suelos y la sequía. Afecta negativamente a los ecosistemas, al desarrollo sostenible y al disfrute de los derechos humanos, incluidos los derechos a la salud y a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. La contaminación plástica, que puede ser de naturaleza transfronteriza, tiene consecuencias socioeconómicas y ambientales negativas y desproporcionadas en nuestra región, exige atención inmediata y de acción concertada”.

El desempeño de Chile y América Latina

(Delegación chilena con miembros de Alianza Basura Cero Chile y Plastic Oceans)

El desempeño de la delegación chilena fue positivo. En todas las intervenciones realizadas se mostró una voluntad de avanzar en la discusión de fondo y con la convicción de aportar en un tratado que sea realmente ambicioso pare enfrentar esta crisis mundial. En la discusión de las obligaciones, Chile mencionó, por ejemplo, la prohibición y eliminación polímeros y productos químicos preocupantes específicos en la producción del plástico. Asimismo, se mencionó la transparencia como base para el actuar de cada país a lo largo del proceso de vida de los plásticos: cómo se componen y cómo se gestionan.

Otros países de América Latina como Uruguay, México y Perú se mostraron proactivos a generar un tratado ambicioso. De hecho, junto con Chile, propusieron reuniones regionales en el período de tiempo hasta que comience el INC-3, que se realizará en diciembre en Nairobi, Kenia. Uruguay añadió en su discurso a la inclusión de recicladores de base en el proceso y Perú hizo énfasis en transparentar lo que sucede con el comercio transfronterizo de residuos plásticos, situación que se conoce ya que muchos países exportan su basura plástica a países más pobre que difícilmente tienen los recursos para gestionarla.

Las mayores trabas del tratado las generan los países que producen petróleo, material con que se fabrica el plástico. Constantemente Estados Unidos y Arabia Saudita hacen alusión a que los países deben tomar cada uno sus decisiones, lo que claramente es una muestra de que no quieren acuerdos globales que los obliguen a reducir la producción de plásticos.

De esta manera finalizó el INC-2 en París. Una semana intensa, con muchas trabas para iniciar la discusión, con las organizaciones sociales influyendo y exigiendo la participación ciudadana que resulta fundamental en procesos democráticos, y con el aspecto positivo que es el inicio de un debate real, en torno a esta crisis, que se extenderá por tres reuniones más, finalizando a fines de 2024.