Declaración por Día Internacional Basura Cero
30 de marzo 2023
¡Basura cero para transformar el mundo!
La Alianza Global por Alternativas a la Incineración, GAIA, es una red de grupos de base y alianzas nacionales y regionales que representan a más de 1000 organizaciones de 92 países, que trabajamos construyendo un futuro donde protejamos la naturaleza en lugar de transformarla en basura. Trabajamos para cambiar prácticas personales y colectivas a través de la educación popular, organización comunitaria, implementación de sistemas basura cero y la promoción de políticas públicas a nivel local, nacional e internacional.
Con satisfacción nos enteramos de la decisión de Naciones Unidas de proclamar el 30 de marzo como el Día Mundial Basura Cero. El reconocimiento de la relevancia de este enfoque es el reflejo de más de dos décadas de activismo socioambiental liderado por organizaciones de todo el mundo que trabajan codo a codo con las comunidades más afectadas por la injusticia ambiental y social provocada por el sistema global de producción que extrae naturaleza para fabricar bienes de consumo masivo que se terminan transformando en basura.
En un día como hoy queremos reiterar que basura cero es la conservación de la naturaleza mediante la producción, el consumo, la reutilización y la recuperación responsables de productos, envases y materiales sin quemarlos y sin descargarlos al suelo, al agua o al aire, para que no amenacen el medio ambiente ni la salud humana.
Como organizaciones en la primera línea de los principios y estrategias basura cero, queremos enfatizar que todo programa que use este término debe mantener el foco primordialmente en reducir y prevenir la generación de basura. A nivel global y local, esto lo lograremos mediante las siguientes acciones:
- Invertir prioritariamente los recursos en la prevención de la generación y la disposición final de la basura, y establecer políticas que así lo mandaten.
- Restringir al mínimo los productos desechables y buscar la forma de reemplazarlos por productos durables y reutilizables.
- Desarrollar formas de distribución de productos sin el uso de envases desechables, en envases de materiales fáciles y seguros de reciclar o reinsertar en ciclos biológicos (devolviéndolos al suelo como nutrientes) al final de una larga vida útil.
- Transformar el sistema productivo para que se fabriquen solo productos con durabilidad garantizada, reparables, realmente necesarios, y de materiales biodegradables o reciclables de manera segura.
- Promover el desarrollo de economías locales que acorten las distancias entre quienes producen y quienes consumen, favoreciendo el uso de envases retornables y lavables y la venta de productos a granel.
- Recuperar la soberanía alimentaria de los pueblos, cultivando alimentos sanos y libres de tóxicos para alimentar y no solo para lucrar, reduciendo al mínimo el desperdicio de alimentos y redistribuyendo los excedentes de comida antes de que pierdan sus cualidades nutritivas.
- Cuando se generen residuos reciclables, estos deben ser gestionados de forma local, y preferentemente por agrupaciones o cooperativas de recicladoras y recicladores de base cuando estas existan.
- Reconocer el rol y la contribución de las y los recicladores de base en todo el sistema de manejo de residuos, proveyéndoles los medios para realizar su trabajo de manera segura y digna.
- Evitar al máximo el uso de fibras sintéticas en la fabricación de ropa y textiles, reconociendo los daños que genera la sobreproducción de ropa a través de estrategias comerciales como el “fast fashion”.
- Detener la exportación de basura cuando ésta perpetúa el colonialismo, las injusticias y la inequidad.
- Eliminar la incineración de la basura -en cualquiera de sus formas- de los programas de gestión de residuos.
En resumen, basura cero significa extraer de la naturaleza solo lo que necesitamos, asegurando que todas las comunidades puedan florecer, y sin sobrepasar los límites planetarios para regenerar lo que tomamos y absorber lo que devolvemos.
Hacemos un llamado a los gobiernos del mundo, y a la Organización de Naciones Unidas a promover y adoptar estas estrategias, para comenzar a reparar la relación de la humanidad con el planeta, recuperando la viabilidad de nuestras sociedades en un momento de profundas y múltiples crisis ambientales. Alcanzar la suficiencia, resiliencia y el bienestar para todas las personas que habitamos el planeta, es fundamental para ello.
Las organizaciones que firmamos esta declaración profundizaremos nuestros esfuerzos trabajando con más entusiasmo por la implementación de iniciativas basura cero en todos los rincones del planeta. Dispondremos todas nuestras herramientas ciudadanas de educación popular e incidencia en políticas públicas, para hacer justicia a las comunidades que hoy cargan con el peso de los impactos de la disposición final de la basura, de la extracción de materia prima virgen y de los procesos industriales de manufactura, y sobre todo para hacer justicia a la naturaleza, pues sin ella no hay futuro deseable para la humanidad.