El gobierno australiano emitió una nueva política energética, la cual no permite la incineración de basura para la generación de electricidad. En su lugar, se fomentarán tecnologías que utilizan la descomposición de materia orgánica para producir biogás o fertilizante.
El Ministro de Transportes de la Ciudad, Chris Steel, dijo que el 80% de ese objetivo se alcanzará a través de un «enfoque de prevención, reutilización y reciclaje de residuos«.
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